Se acercan las navidades, y la gente solo piensa en los regalos, en los compromisos con la familia, en organizar las cenas de Nochebuena, Navidad, Nochevieja, Año nuevo y Reyes, en adornar la casa otro año más, en gastos, gastos y más gastos, la navidad se reduce al dinero. A veces me gustaría que el mundo se basara en una de esas películas cutres de navidad de los domingos por la tarde.
¿Qué hay de la ilusión de ver a familiares y amigos que estudian o trabajan fuera?, reuniones entre ''los de siempre'' hasta las tantas, como si nos hubiésemos visto ayer, aunque quizá hayan pasado seis meses o un año desde la última vez, siendo todo como siempre sin mirarnos como extraños, sin que las cenas en familia sean una escusa para echarse cosas en cara, sin que se vuelvan incómodas porque hay personas con las que desearías no cenar en esos días, porque no proporcionan más que daño.
La gente se queja porque no tiene dinero para la fiesta de Nochevieja, o para un viaje en vacaciones, o porque no encuentra el vestido perfecto para fin de año, ¿para qué? para al final acabar igual que las demás chicas, vestido negro, taconazos y pintadas como puertas, preocupados por no coger demasiado peso, no vaya a ser que luego no quepamos por la puerta. Pero no pensamos en que todo esto, es algo que en el mundo muchas personas no saben ni que existe, o hay familias que esta realmente están mal, y luchan, luchan por conseguir una felicidad que no se encuentra en un fajo de billetes.
Me da pena, porque se que esta situación no cambiará, y que si cambia, lo más seguro es que sea a peor... Sólo espero llegar con estas palabras a esos pocos corazones que me lean porque se que los a ojos y a la cabeza se les va a olvidar.
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